Si estos jardines hablaran… ¿Cuántas veces habremos paseado por aquí? Hemos desgastado suelas y suelas por estos lares. Gracias a un pequeño pero carismático acompañante, en este murito hemos visto amanecer (legañas puestas seguramente), tomado el sol, leído libros, cantado en alto (los cascos tienen una capacidad gran de abstracción) y mil cosas más!
¡Ya era hora de volver a disfrutarlo!
Debemos reconocer que con lluvia o viento la cosa cambia un poco; pero la verdad, terminas disfrutándolo igual igual!!
Miss you!!
las fotos son geniales! me encanta el detalle de las mangas remangadas! besitos
ResponderEliminarGracias Sandra, nos alegra mucho que te guste!! Esperamos que te sigas pasando por nuestro blog y encuentres más cositas! Besooos
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